Escribí sobre mucho y escribí a mucho. Como un ejercio, como una catarsis o como un intento de inmortalizar ideas que de otro modo sufrirían el destierro del olvido.
Escribí acerca de amores, inventados o reales, justos o mal pagados.
Escribí en los inicios de los noviazgos, cuando parece que el amor es una especie de hechizo que nos indunda de luz y todo suena hermoso, porque al menos una destinataria va a leerlo y suspirará agradeciendo con un beso.
Escribí en los finales, cuando nadie mas puede leer lo escupido en esas letras tan llenas de sensaciones de injusticias, ingratitudes e inexplicaciones.
Escribí acerca del mundo, su orden y, lo mas interesante, sus caos. Los tiempos modernos y sus infinitas contradicciones y superaciones y contradicciones.
Escribí acerca de las casualidades, las causalidades, la paciencia, el olvido, la insoportable memoria y la bella amnesia.
Escribí desafiando la gramática, el sueño, los sueños, las circunstancias, la hoja en blanco que se niega a ser escrita, la falta de lucidez, el exceso de lucidez, la timidez, la pasividad, la resistenicia a querer ser yo.
Escribí acerca de mucho.
Escribí las lineas anteriores para demostrar que no es una orden, no estoy solicitando al público que lea estas lineas que escriban sino contando mi experiencia con las letras, no es lo mejor que puedo escribir, pero aqui estoy escribiendo acerca de lo que escribí, tal vez por no tener nada mejor a lo cual escribirle.
Guille
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